Ya tenemos en Venezuela más de 20 años del régimen dirigido por Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro. El país ha vivido uno de los peores períodos de su historia, caracterizado por una profunda crisis económica, comparada sólo con la sufrida por países en las dos guerras mundiales, una grave crisis política que ha provocado decenas o centenares de muertos, presos políticos y una de las peores migraciones de país alguno en el mundo.
A pesar de los distintos intentos por derrotar a quienes gobiernan (o desgobiernan) el país e instaurar un nuevo gobierno, éstos han sido en vano y, hasta ahora, no se vislumbra claramente una salida a la situación.
Lamentablemente, se han conjugado dos factores que han hecho imposible un cambio social en el pais.
Por un lado, un régimen militar-civil, muy semejante al instaurado en la antigua Birmania, luego llamada Myanmar o Burma, surgido en 1962 y dirigido por Ne Win, que se autodenominó "Vía Birmana al Socialismo". Ese es un régimen donde, a pesar de la larga lucha democrática en ese país y de algunas "concesiones" otorgadas a los civiles que le permitieron en 2015 obtener una victoria en elecciones legislativas y nombrar un presidente de la Liga Nacional por la Democracia (oposición), quien a su vez nombró a la líder de ese partido y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi como Consejera de Estado; los militares mantienen el poder real sobre ese país.
El régimen venezolano, nace, como lo plantea Sudán Macció en el trabajo "Del Estamento militar venezolano: mitos y realidades", así: "El MBR 200 se transforma en el brazo armado de un movimiento político liderizado por el comandante Hugo Chávez, quien convertirá la derrota militar de 1992 en una victoria política en la elecciones presidenciales celebradas el 6 de diciembre de 1998. El Ejército Venezolano/MBR 200 se constituye por primera vez en la historia republicana de Venezuela en partido político y nace el Movimiento Quinta República (MVR). A este nuevo partido son incorporados los civiles que conspiraron con los militares en los alzamientos del 4F y 27N.". Lo demás es historia.
Por otro lado, tenemos a una oposición o disidencia, bastante dividida y, pareciera que, sin una estrategia clara y acertada para derrotar a regímenes de este tipo. Hay sectores que apuestan a una salida militar, basada en la intervención de tropas extranjeras en el país. Hay otros sectores, tal vez los mayoritarios, el llamado G4, que parecieran ganados para una negociación política, controlan la mayoría de la Asamblea Nacional, tienen un presidente encargado y han participado en conversaciones con el régimen con la mediación de Noruega, pero que no descartan tampoco una salida militar con intervención o que plantean que "todas las opciones están sobre la mesa". Y, hay otros sectores minoritarios que abogan casi exclusivamente por una salida negociada y que se encuentran, en este momento, dialogando con el régimen.
La teoría y estrategia noviolentas parecieran las más adecuadas para superar este tipo de regímenes autoritarios y militaristas. De acuerdo a la estadística recopilada en estudios de más de 100 años, a nivel mundial, por las reconocidas politólogas Erica Chenoweth y Maria Stephan y expresada de una manera clara por uno de los líderes de la lucha democrática serbia Srdja Popovic, cuando plantea en su libro "Blueprint for Revolution": "Tome las armas, y usted tiene una oportunidad de 26 por ciento de éxito. Practique los principios de la noviolencia y el número se dispara hasta el 53 por ciento." Y, por otro lado, "Los países que han experimentado la resistencia noviolenta, han tenido más de un 40 por ciento de éxito en mantener la democracia, cinco años después de terminado el conflicto. En cambio, los países que han optado por el camino violento, sólo tuvieron una probabilidad de menos del 5 por ciento de convertirse en democracias en funcionamiento."
Para dichas Teoría y estrategia, existen cuatro formas posibles para lograr la victoria: 1) La Conversión, la cual consiste en que el régimen, como resultado de las acciones de las personas o el grupo de lucha noviolenta, llega a adoptar un nuevo punto de vista que favorece los propósitos de éstos. 2) El Acomodo, en la cual los del régimen no son convertidos, y sin haber cambiado sus puntos de vista fundamentales sobre los temas en conflicto, deciden conceder algunas de las demandas de los resistentes noviolentos, quienes también deciden conceder o abandonar algunas exigencias. 3) La Coerción, donde los del régimen no son convertidos ni deciden acomodarse a las demandas. Más bien, los cambios en las fuerzas sociales y las relaciones de poder, producen los cambios que buscan los opositores, en contra de la voluntad de los del régimen, el cual tiene que ceder. Y, 4) La Desintegración, la cual resulta de una aplicación más severa de las mismas fuerzas que producen la Coerción noviolenta. Pero, estas fuerzas operan de forma más extrema en la desintegración, de forma tal que el régimen se desploma completamente. No queda ni siquiera entidad que acepte la derrota.
De manera que, pareciera entonces que si la oposición venezolana quiere contribuir a la superación definitiva del actual régimen que impera en Venezuela, debe abrazar la Teoría y Estrategia noviolentas y buscar cual es la mejor de las cuatro formas, en este momento, para lograr la victoria. Esta sería, el camino para salir de la pesadilla venezolana.
22 de octubre de 2019