Mucho se habla ahora sobre sostenibilidad, Objetivos de Desarrollo Sostenible o Agenda 2030. Y si hay un modelo de empresas y organización que tiene asumidos todos los valores que encarna estos conceptos este es el del cooperativismo, la familia más numerosa dentro de las familias de la economía social. El Centro Internacional de Investigación y de Información sobre Economía pública, social y cooperativa en España (CIRIEC-España), identifica dos subsectores dentro de la Economía Social:
- El subsector de mercado o empresarial, donde están aquellas entidades que son empresas como las cooperativas, sociedades laborales, empresas de inserción, centros especiales de empleo y mutualidades. Estas empresas actúan en el mercado, tienen una organización democrática y la distribución de beneficios no está vinculada al capital aportado.
- Y el subsector de no mercado, configurado por organizaciones microeconómicas como las asociaciones y fundaciones, que actúan fuera del mercado, y consiguen sus recursos mayoritariamente gracias a donaciones, cuotas de socios, subvenciones, etc. Este subsector se identifica claramente con el conjunto de organizaciones sociales del Tercer Sector.
Desde 1923 se celebra el primer sábado de julio el Día Internacional de las Cooperativas, que este año ha coincidido con el Día de la Independencia de Estados Unidos. La declaración de independencia fue firmada en 1776, y cronológicamente se acerca a los primeros registros existentes de una primigenia cooperativa en Escocia, 1761.
Sin embargo, los verdaderos precursores de las sociedades cooperativas modernas y fundadores del movimiento cooperativa se considera que fueron los Pioneros de Rochdale en 1844. Desde ese momento hasta la actualidad han cambiado en el entorno muchas cosas, pero lo que no ha cambiado es el espíritu que inspira a este sistema de organización empresarial.
Los valores que inspiran y sientan los cimientos de estas organizaciones son: la solidaridad, la participación, la ayuda mutua, el control democrático de sus miembros («una persona, un voto»), la autogestión, la responsabilidad social, la primacía de la persona frente al capital, desarrollo sostenido, la integración o el autoempleo conjunto. Son empresas que controlan sus dueños, que en ocasiones son también sus trabajadores. Son empresas que difícilmente se deslocalizan y por lo tanto, ayudan al desarrollo local y rural. Son empresas que piensan primero en las personas. Son empresas que suponen el 10% del PIB español. Son empresas sostenibles, que existen por toda la geografía española. Sin embargo, en muchas ocasiones se han identificado con ideas caducas o experiencias fracasadas.
Son muchas las organizaciones a nivel internacional, Alianza Cooperativa Internacional, Cooperatives Europe, Social Economy Europe, o a nivel nacional, Confederación Empresarial Española de la Economía Social o CIRIEC-España, que lideran, coordinan, fomentan, promocionan e investigan sobre el modelo cooperativo. A pesar de ello, siguen siendo grandes desconocidas.
Este año, el lema es las cooperativas y la acción por el clima. Y es que como decíamos al principio, no hay una tipología de empresa que encarne mejor en su espíritu inspirador la sostenibilidad tanto para los trabajadores como para el entorno.
Y hoy es un día para volver a recordarlo.