Autoestima, creatividad, autonomía, solidaridad, manejo de las emociones y otro tipo de hábitos saludables son factores esenciales que deben fomentarse en los niños durante la primera infancia, etapa donde absorben todo lo que se les enseña.
¿Por qué la primera infancia es tan importante en el desarrollo del ser humano?
Tal y como resalta UNICEF los primeros momentos de vida ofrecen una oportunidad única de formar el cerebro de los niños; además las experiencias de estos primeros años terminarán repercutiendo en su futuro: su desarrollo cerebral, salud, felicidad, bienestar e incluso hasta en la cantidad de dinero que ganarán en la adultez.
Para el psicólogo de la UNAD, Diego Alexander Flórez “lo que los niños ven, viven y experimentan durante estos primeros años marcará sus vidas, ya que en esta etapa es cuando aprenden a caminar, hablar y pensar, habilidades básicas para relacionarse, explorar y aprender sobre el mundo…además de ser años donde forjarán su personalidad, su forma de ser y de enfrentarse a la vida”
Y es que es a partir de los 2 años cuando los niños están listos para empezar a incorporar rutinas y hábitos en su diario vivir. Empieza por cultivar estos 9 hábitos:
1. Horarios regulares para dormir, comer, jugar y bañarse.
Los niños entre 1 y 2 años deberían dormir un promedio de 11 a 14 horas al día, mientras los pequeños en edades entre 3 y 5 años aproximadamente entre 10 y 13 horas en total; de hecho, ningún niño menor de 9 años debería dormir menos de 10 horas. El horario en el que deben ir a la cama debe adaptarse teniendo en cuenta la siesta y la hora en la que despiertan.
¡Las siestas son una excelente idea!, pues aportan múltiples beneficios al ser un reparador natural, pero deben adaptarse según las necesidades de cada niño.
En lo relacionado a la alimentación, la nutricionista y dietista de la Universidad Javeriana, Adriana García, resalta que es importante que los niños coman en horarios establecidos ya que “el proceso de digestión tiene un tiempo que debe respetarse, para que de esta forma los alimentos se conviertan en nutrientes y sean absorbidos por el organismo”
2. Lavarse los dientes.
Este hábito resulta fundamental para cuidar la salud dental de tus pequeños: eliminar bacterias, residuos de lo que comen, combatir caries e infecciones.
Según diversas investigaciones, los malos hábitos en la higiene bucal pueden alterar el normal desarrollo orofacial (conjunto de órganos encargado de las funciones de respiración, succión, deglución, habla y fonación), produciendo deformaciones, además de problemas psicológicos, emocionales, de otros sistemas (respiratorio, digestivo) y de aprendizaje.
3. A beber agua regularmente.
La cantidad dependerá de la edad, el peso, el tamaño, el estado de salud, el nivel de actividad de cada niño, y aspectos externos tales como el clima.
Los nutricionistas suelen aconsejar en niños con una actividad física normal y buenas condiciones de temperatura una ingesta de 4 a 5 vasos de agua diarios, para pequeños entre 1 y 3 años; la cual debería ir aumentando gradualmente a partir de los 4 años y así llegar a los 8 vasos recomendados en la adultez.
Lo más importante es incentivarlos a tomar bebidas tan sanas como el agua, en lugar de refrescos y otro tipo de bebidas procesadas que a la larga afectarán su salud.
4. Lavar sus manos antes de comer.
Esta es la primera línea de defensa contra los gérmenes, previniendo resfriados, diarrea y enfermedades más graves, como: meningitis, bronquiolitis, diversas afecciones respiratorias, influenza y hepatitis A, entre otras.
Según UNICEF diariamente mueren en el mundo 1,400 niños debido a enfermedades diarreicas, causadas por la falta de agua potable, saneamiento e higiene.
Por lo mismo, esta organización ha declarado el 15 de octubre como el Día Internacional de Lavarse las Manos, con la finalidad de concientizar sobre la importancia de cultivar este importante hábito desde la infancia.
5. Buena alimentación.
Tal y como resalta UNICEF, en temas de salud y nutrición, los primeros momentos son cruciales para establecer sólidos cimientos en el cerebro y el cuerpo de los niños.
Incentívalos a comer saludablemente, sobre todo desde el ejemplo pues los hábitos alimentarios se aprenden en el seno familiar y se incorporan como costumbres durante los primeros años de vida, contribuyendo a un desarrollo y crecimiento óptimo.
La Nutricionista, Adriana García, resalta que durante los primeros 5 años de vida se está terminando la maduración ósea, la maduración de todos los sistemas y otra serie de procesos biológicos importantes, por lo que resulta fundamental incorporar hábitos de alimentación saludables que ayuden a prevenir enfermedades en los pequeños. “Si estos hábitos no se adquieren durante estas edades será más difícil que se adopten en edades más avanzadas”
6. Lectura y escritura.
Fomenta este importante hábito en tus niños desde pequeños para abrirles las puertas del conocimiento, la cultura y la información; ayudarlos a mejorar su lenguaje y vocabulario, su capacidad de concentración, memoria y agilidad mental, y estimular su imaginación y creatividad.
¡Recuerda que la mejor forma de incentivarlos para que lean y escriban, es con el ejemplo!; además, es importante introducir este hábito de manera agradable, divertida y creativa, haciendo de cada momento de lectura un espacio mágico en el que se conecten con sus libros y contigo.
7. Hacer la cama y ayudar con otras labores del hogar.
Uno de los valores más importantes que debes inculcar en tus hijos es la responsabilidad, con ello los estás ayudando a alcanzar su máximo potencial, a ser más independientes, y a aumentar su autoestima y seguridad una vez que logran realizar las tareas que se les asignan.
Pon en práctica la Tabla montessori de tareas domésticas para niños y analiza si funciona de acuerdo a las necesidades de tus niños.
8. Menos tecnología y más juego.
El psicólogo, Diego Alexander Flórez considera que los niños durante la primera infancia (entre 1 y 5 años) no deberían utilizar videojuegos, computadores, celulares y/o cualquier otro tipo de tecnología, pues “esto está impidiendo el desarrollo de habilidades psicológicas, capacidad exploratoria y la interacción con su entorno”
Recuerda que hay tres elementos esenciales para el desarrollo óptimo de los niños: “comer, jugar y amar”.
CONSEJOS.
- ¡No subestimes a tu hijo!, es muy capaz de hacer lo que le pides: asígnale tareas y responsabilidades y elogia el cumplimiento de estas.
- No lo sobreprotejas, debe tener su propia autonomía, expresar sus sentimientos, pensamientos y deseos.
- No lo regañes o lo grites, instrúyelo con amor y comprensión.
- Nunca le digas que lo qué hizo está mal hecho, poco a poco irá mejorando.
- Celebra sus logros y acompaña las metas o tareas que no pueda superar.
- No uses la palabra No, sin antes explicarles el porqué.
- Usa palabras positivas que lo alienten: ¡tú puedes, tú eres capaz, eres muy inteligente!
- No hagas las cosas por él o ella, indícale como se hacen.
- No abandones a mitad de camino.
El Psicólogo, Diego Flórez, concluye que con los niños y las niñas se debe trabajar fuertemente en la autoestima, la creatividad, la autonomía la solidaridad, las emociones y los hábitos saludables para fomentar su desarrollo integral y una estabilidad emocional.