Veremos navegadores con criptomonedores incorporados y teléfonos que no necesitan operadoras móviles para funcionar
Como un Melquíades del Siglo XXI, blockchain anuncia para este año inventos que afectarán a la comunicación y al periodismo. Todos estos ingenios forman parte de internet descentralizado que promete la cadena de bloques y son las primeras aplicaciones que afectan a la cotidianidad de nuestras vidas de navegantes móviles. La llegada de aplicaciones reales a la vida real será un revulsivo para una tecnología que hasta ahora ha sido demasiado complejo para la gente.
El navegador con criptomonedero incorporó que permite realizar pagos con criptomonedas, ejecutar, recibir tokens mientras se superan las webs o interactuar con las aplicaciones descentralizadas se llama Opera. Este navegador cambiará la manera en que los creadores de los contenidos se relacionan con los lectores y la publicidad, el poder ser remunerados directamente de los usuarios y los anunciantes, sin la centralización de la información que se llama el medio de comunicación. Incluso, estos navegadores pueden convertirse en minúsculos bancos.
El teléfono XPhone, de PundiX, no necesita de ninguna operadora móvil para funcionar, para utilizar su propia cadena de bloques para ejecutar llamadas, enviar mensajes o navegar por la red. Los primeros terminales veran la luz en el primer semestre de 2019. Pundi X es una empresa radicada en Singapur, que aspira a convertirse en Wallmart (la gran cadena de supermercados de Estados Unidos). Para ello, ha creado un nuevo ecosistema de comunicación blockchain integrado por datafonos, teléfonos, criptomonederos y tarjetas.
Pero el XPhone no será el único teléfono. El fabricante de teléfonos inteligentes taiwaneses, HTC, acaba de lanzar Éxodo 1, un móvil que lleva un monedero de texto integrado y que solo se puede adquirir con Bitcoin, Ethereum o Litecoin. HTC también ha anunciado que el éxodo 1 saldrá al mercado con el navegador Brave de serie.
Brave, que bloquean los anuncios y no deja rastro de lo que vemos en la web, surgió hace unos años en la mano del anterior CEO de Mozilla, Brendan Eich. Su aparición generó gran controversia en algunos de los diarios más importantes. Entre ellos, The New York Times, The Washington Post o The Wall Street Journal, quienes enviaron una carta a Eich en la que le acusan de robar sus contenidos en beneficio propio. En la actualidad, Brave se ha reconciliado con muchos de estos diarios y hoy son parte de los más de 21.000 editores verificados que suma el navegador. Incluso, Dow Jones Media Group anunció el pasado mes de abril una alianza con el citado navegador para ofrecer contenido de primera calidad a nuevas audiencias y poder probar el uso de blokchain en publicaciones digitales.
Brave, que ya cuenta con más de cuatro millones de usuarios al mes, es uno de los proyectos que puede influir en la manera en que los creadores de contenidos y editores se relacionan con las audiencias y los anunciantes. Brave es un comercializador de la atención que prestan los usuarios cuando se relacionan con un medio de remuneración a los usuarios para compartir sus datos y prestar atención a los usuarios. Los indicadores de atención básica (BAT), que envían los pagos de los anunciantes a Brave ya sus usuarios, para los que están disponibles para pagar contenido premium.
Este año también ver las primeras aplicaciones reales de blockchain en el ámbito de la propiedad intelectual. Periodistas, fotógrafos, músicos, cineastas o, en definitiva, cualquier creador de contenido, va a poder seguir la pista de dónde ha publicado su obra y reclamar el pago de los derechos del autor en el supuesto de la obra que se puede reproducir sin el Consentimiento del autor de la misma.
Los creadores también podrán escribir en contratos inteligentes la manera en que se consume su obra. Varias empresas en el mundo trabajan en la construcción de estos servicios y en 2019 veremos las primeras aplicaciones reales. Algunas, como el buscador chino Baidu ya utiliza blockchain e inteligencia artificial para proteger los derechos de autor de sus creadores en la enciclopedia que está creando.
También en 2019 veremos casos reales de micropagos en los medios de comunicación, que compramos en la compra de artículos, reproducciones de videos, noticias, fotos, dibujos, alertas de noticias o minutos de lectura por fracciones de euros, dólares o bitcoin. Blockchain permite acceder a los contenidos sin tener que pagar la suscripción a todo el medio. La compañía alemana SatoshiPay, participada por el grupo Axel Springer, ha llegado a un acuerdo con el principal medio de noticias de tecnología de Reino Unido, The Register, para vender sus contenidos digitales con una criptomoneda.
Los nuevos navegadores Blockchain también permiten conocer la trazabilidad de cualquier contenido y conocer el beneficio de entregar los productos periodísticos, los que pueden ser cambios en la remuneración de los creadores y modificar la relación entre medios y periodistas. Esta cualidad podría ir en detrimento de la calidad de los contenidos y de los propios periodistas, al sentirse presionados para crear productos que piensen rentables. Incluso los editores, las empresas, las instituciones, las personas, las publicaciones, las entrevistas, los informes, las investigaciones y las adjudicaciones.
Por último, las redacciones blockchain serán cosmopolitas y las empresas periodísticas descentralizadas y digitales. Se pueden contratar periodistas de todo el mundo, sin importancia del lugar donde residir y pagarles con criptodivisas.