En todo caso y, por mucho que se resistan los intermediarios, la consolidación de blockchain llegará. En un futuro no muy lejano —en cuanto salgamos de la Edad de Piedra— no solamente podrán venderse inmuebles sin intermediarios, tan fácil y rápidamente como hoy en día enviamos un correo electrónico, sino que blockchain permitirá la tokenización de los activos inmobiliarios. Gracias a esta tecnología, el propietario de un edificio de oficinas podrá vender —o ceder durante un plazo determinado— participaciones digitales de su activo, a través de una plataforma blockchain creada a tal efecto. Del mismo modo que hoy en día es posible comprar acciones de una empresa y participar de los beneficios que ésta genera, blockchain permitirá la compra de tokens de un inmueble determinado, otorgando al propietario de dichos tokens la participación correspondiente en el rendimiento del activo.