Hay muy diversas formas de entender un proyecto de investigación. Una de ellas es como una respuesta coherente e integrada a las preguntas que se derivan de los distintos niveles de conocimiento.
Especialmente desde la obra de Bachelard y el acento que puso en el concepto de epistemología, relativizando social e históricamente las formas de conocer y las preguntas que se hacen los científicos a la hora de enfrentarse a una investigación empírica, pues la diferenciación entre distintos niveles de conocimiento posibilita una manera gradual de abordarla. A la vez, permite tomar conciencia de que, incluso los saberes más institucionalizados y comunes, responden a momentos y situaciones históricas.
Vamos aquí a presentar una sintética relación entre tales niveles de conocimiento y determinadas partes del proyecto de investigación.
La construcción del objeto de investigación, punto de partida de todo proyecto, está inscrita en el nivel ontológico. Es el que reflexiona sobre la existencia de algo. De hecho, este apartado del proyecto tiende a dar cuenta de las distintas concreciones que ha podido tener dicho objeto de investigación, especialmente cuando tienen larga tradición en la disciplina. Es decir, de cómo se ha hecho una idea o representación una realidad; aun cuando tal realidad pueda ser la propia representación. Así, podemos preguntarnos sobre si existen las clases sociales, el tiempo o el amor, pudiendo ser todas ideas materia para la reflexión ontológica. También puede ser objeto de investigación las representaciones sociales de clase social, tiempo o amor. A veces, es difícil distinguir entre lo que se desea inscribir en la realidad (física y material) y la propia realidad de las representaciones sociales en la configuración del objeto de investigación en el proyecto.
El nivel epistemológico, que se pregunta sobre la posibilidad de conocer el objeto de la realidad señalado, tiene su correspondencia en tres apartados del proyecto de investigación, como son los antecedentes, las hipótesis y los objetivos. Hay que tener en cuenta que los antecedentes de una investigación nos señalan algo tan relevante, aunque parezca obvio, como que esa parcela de la realidad social ya ha sido observada. Con mejor o peor fortuna, ha podido observarse, lo que, salvo crítica negativa de los ejercicios previamente realizados, se constata que puede ser observada; aun cuando sea con limitaciones. De hecho, el apartado de antecedentes de un proyecto de investigación está más para establecer las limitaciones de los esfuerzos realizados, reconociendo su valor, que para homenaje o mero registro de tales esfuerzos, como tienden a entender los estudiantes en sus proyectos y tesis doctorales. Por otro lado, la hipótesis parte del supuesto de que al menos algunas facetas del objeto de investigación señalado pueden conocerse. De lo contrario, se trataría de hipótesis en el vacío. Si planteo que, por ejemplo, los jóvenes de clases sociales medias y los jóvenes de clases sociales populares tienen una concepción distinta del amor y su relevancia en la configuración de la trayectoria vital, se está dando por supuesto –habiendo sido presentado en la configuración del objeto de investigación- que puede observarse esa relación entre clases sociales y concepción del amor. La descripción de los objetivos a cumplir por el proyecto de investigación no hace sino convertir en compromiso de observación, lo que implica la asunción de su posibilidad de observación, lo anteriormente señalado.
La justificación del diseño metodológico concreta directamente el nivel metodológico del conocimiento. Se desarrolla en este apartado el mejor camino para conseguir los objetivos señalados anteriormente, que, a su vez, derivan de la configuración del objeto de investigación. Ha de tenerse en cuenta que la materialidad que se ha dado al objeto de investigación -¿opiniones? ¿representaciones? ¿discursos? ¿hechos? ¿comportamientos?- establece el marco para tal diseño metodológico.
Por último, la presentación del diseño concreto de las técnicas de investigación que se proponen concreta el nivel tecnológico de conocimiento. En él, se da cuenta de cómo se van a utilizar esas técnicas.