Tienes una visita obligada si estás dispuesto a conocer Gante, ya sea haciendo turismo de un día o residiendo en la ciudad: el Castillo de los Condes (conocido como Gravensteen). Es uno de los edificios más famosos de la ciudad, debido a su monumentalidad y la historia que esconde tras sus muros.
Fue construido a finales del siglo XII (concretamente en el año 1180) bajo la orden de Felipe de Alsacia, antiguo conde de Flandes. Los Condes de Flandes tenían castillos en casi todas las ciudades bajo su posesión, y estos eran a menudo un modo de demostrar su poder y autoridad. El castillo se construyó sobre una antigua edificación de madera, sobre un montículo del río Lys, y por ello está parcialmente rodeado de agua.
Desde 1407, el castillo hizo las veces de sede del Consejo de Flandes. Por ello, han sido muchas las torturas que se han realizado en su interior, y la cosa se pone aún más peliaguda si nos cuentan que las ejecuciones públicas se realizaban en la plaza que precede al castillo. En su interior encontraremos una exposición de instrumentos de tortura de la época: una reproducción de una guillotina (con la hoja original), esposas, hierros, camisas de fuerza…
Otra sala se dedica a la exposición de colecciones de armas: pistolas con incrustaciones de marfil y nácar, ballestas, mazas, puñales, espadas…
Posteriormente el castillo tuvo otras funciones; fue utilizado como cárcel municipal y como Casa de la Moneda.
Además de las exposiciones, el paseo por el castillo incluye las murallas, la residencia condal y la torre del Homenaje, desde donde tenemos una de las mejores vistas del centro de Gante.