Un informe titulado "Un mundo en riesgo" vaticinó en septiembre del año pasado y con precisión de laboratorio la pandemia que está provocando el coronavirus. El estudio fue realizado por Global Preparedness Monitoring Board (GPMB), un organismo creado por la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial para la prevención de crisis globales de salud.
En uno de los capítulos del estudio, que lleva por título "Preparándose para lo peor", los redactores del estudio advertían de "una pandemia de patógeno respiratorio letal de rápida propagación".
La coincidencia de los riesgos que detallan los autores del informe con lo que está sucediendo estos días es tan fiel que su lectura, además de provocar escalofríos, desata innumerables preguntas. La primera: ¿Por qué nadie hizo nada? .
"Los patógenos respiratorios de alto impacto, como una cepa de gripe especialmente mortal, presentan riesgos globales particulares en la era moderna. Los patógenos se propagan a través de gotitas respiratorias; pueden infectar un gran número de personas muy rápidamente y con la infraestructura de transporte actual, moverse rápidamente a través de múltiples geografías", explican los autores.
El informe también habla con total naturalidad de armas biológicas. Así, describe que "si los países, los grupos terroristas o las personas científicamente avanzadas crean u obtienen y luego utilizan armas biológicas que tienen las características de un nuevo patógeno respiratorio de alto impacto, las consecuencias podrían ser tan graves o incluso mayores que las de una epidemia natural".
El GPMB es un organismo compuesto por líderes políticos, directores de agencias y expertos mundiales, cuya misión es trazar una hoja de ruta para un mundo más seguro. Fue creado como respuesta a las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Crisis de Salud Global del Secretario General de la ONU en 2017. Su lanzamiento oficial se produjo en mayo de 2018. El GPMB está dirigido por Elhadj As Sy, miembro del Comité Independiente de Supervisión y Asesoría del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, y por Gro Harlem Brundtland, ex Primer ministra de Noruega y ex directora general de la OMS.
En el inicio del informe, a modo de prólogo, los redactores destacan que el mundo está en grave riesgo de devastadoras epidemias o pandemias, de enfermedades regionales o mundiales, que no solo causan la pérdida de vidas, sino que trastocan las economías y crean un caos social.
En un mundo en riesgo, los pobres son más pobres, apunta el estudio. Afirman los autores que los brotes de enfermedades colapsan todo el sistema de salud, lo que conduce a una mortalidad aún mayor y a una mayor depresión económica. En cualquier país sin atención primaria de salud básica, servicios de salud pública, infraestructura de salud y mecanismos efectivos de control de infecciones, producen muerte y devastación económica, señalan..
El informe también apunta que además de la pérdida de vidas, las epidemias y pandemias producen graves pérdidas económicas. La epidemia de SARS en 2003 produjo pérdidas de más de 40 millones de dólares en 2003. El impacto económico del ébola en África Occidental ascendió a 53 millones de dólares en 2014-2016.
El Banco Mundial calcula que una pandemia mundial de gripe similar a la escala y virulencia de la que se produjo en 1918 costaría a la economía actual 3 billones de dólares, lo que representaría el 4,8 por ciento del PIB.