Conocer realmente lo que pasa dentro de cualquier país, nunca ha sido tarea fácil. Muchos aseguran que no importa la distancia, creen que con estadísticas y gráficos es suficiente. Otros se quedan con sus conexiones y círculos como verdades totales. Pero la realidad es más profunda, un west world al estilo venezolano desafía hasta la mente más aguda.
La pandemia global originada por el Covid19 está desnudando todo, lo bueno, lo malo y lo feo. A pesar de las enormes implicaciones que se suceden con esta crisis, muchos aún no logran verlas. Parece que nuestras neuronas hicieron corto circuito y no se puedan resetear.
El shock del virus es exponencial.
Un west world al estilo venezolano es un intento por acercarlos a nuestra compleja realidad. Un rompecabezas, que ha sido armado, única y exclusivamente por quienes detentan el poder en el país. Estas son sus premisas:
- Fueron exclusivamente casos importados que originaron el contagio en el país.
- La ‘curva venezolana de contagios se mantiene aplanada’.
- La cuarentena social es consciente y voluntaria.
- El ‘bloqueo criminal’ no nos permite hacer más.
- Nuestro sistema de salud está preparado para enfrentar la pandemia.
Fue el viernes 13 de Marzo cuando se confirmó los primeros dos casos y se anunció la suspensión de las clases. Desde ese momento la dinámica de las informaciones oficiales mantenían que TODOS los casos eran importados.
Este arranque marcaba el tratamiento que se le iba a dar a la crisis, y ya nos mostraba sus contradicciones y manipulación. De acuerdo al gobierno estas dos personas provenían de dos vuelos que llegaron el 5 y el 8 de marzo. Evidentemente no se le hicieron pruebas al llegar, sin embargo, anunciaron que estos pasajeros “entraban en cuarentena obligatoria”. Nunca dijeron si los localizaron, ni qué pasó con la cadena de contactos.
Un west world
Se prometieron igualmente en este anuncio, 8 millones de tapabocas, cosa que jamás existió. Solo horas después de esta cadena oficial, el alcohol, el gel antibacterial y las mascarillas ya se habían agotado en toda Venezuela.
Y ciertamente más allá de un tema de histeria colectiva, en Venezuela la gran mayoría no le cree nada al régimen. Si dicen que todo está controlado es porque exactamente es todo lo contrario. Esa visión de los venezolanos, por cierto, no ha sido causada por alguna conspiración siniestra, ni por el imperio norteamericano, sino por la experiencia de más de 20 años en el poder.
La intención del régimen con su narrativa de casos importados, es una vieja estrategia usada por estos tipos de regímenes. Desvías, confundes y creas decenas de supuestos, para distraer y generar caos en las redes, al final el propósito es enredar todo.
El tema de su curva aplanada es otro misil lleno de contradicciones y medias verdades. Es importante destacar que no han sido pocas las idas y venidas de cifras y propuestas totalmente incompatibles unas con otras.
>>El Gobierno informó que contaba con más de 20.000 personas desplegadas para concretar el despistaje ampliado para detectar casos sospechosos de COVID-19 en el país. Pero este 2 de abril la vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo que había 14.000.
La comisión presidencial para atención de la enfermedad indica que más de 16 millones de personas respondieron a la encuesta del Sistema Patria con el que se ejecuta el cribado. Esta estrategia se implementa cuando en al menos 10 estados del país registran fallas de electricidad y de conexión a Internet<<
En este trabajo de investigación del El Pitazo, otro medio de comunicación bloqueado y censurado, podemos confirmar como es el manejo de la información oficial.
Un west world al estilo venezolano.
Estilo venezolano
Y digo estilo venezolano, porque lamentablemente ese es el modo que han impuesto quienes tienen el poder en el país. Aquí quiero hacer una acotación importante, este no es un tema ideológico, la realidad, la verdad de lo que pasa en Venezuela es dramática.
Desgraciadamente si esto sigue así, este coronavirus se convertirá en una enorme fatalidad para los venezolanos, y será única y exclusivamente responsabilidad de este gobierno.
El médico venezolano Juan Carlos Gabaldón enfatiza que “dado que los casos en África y América Latina se detectaron un par de semanas después de confirmarse en Europa y Estados Unidos, existen razones para creer que el continente está retrasado entre cuatro y seis semanas en términos de progresión de la enfermedad”.
Además puntualiza que “los números oficiales dudosos y las pruebas limitadas también empeoran las cosas. La afirmación de que Venezuela tiene menos pacientes que las Islas Feroe, es difícil de creer”.
Una curva definitivamente trastocada por la falta de seriedad.
Una cuarentena sin represión y con mucho amor, según el gobierno. En la Venezuela de hoy no necesitas muchas muestras para saber quién tiene el poder. A fuerza de muertes, desapariciones, amenazas y ‘sutiles’ recordatorios en tus redes, teléfonos o incluso tu casa, los venezolanos han aprendido a vivir con miedo.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos publicó este martes su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela durante 2019. Alertó sobre la vulnerabilidad que padecen los venezolanos y registró el grave abuso de poder de parte del régimen de Nicolás Maduro.
Antes de que se detectaron los primeros casos de COVID-19 en el país, gobernadores del chavismo atacaron a periodistas y médicos por alertar sobre casos de coronavirus. En Venezuela disminuye la violencia criminal y aumenta la policial.
Consecuencias por venir
El director de la ONG Acceso a la Justicia, Alí Daniels indicó que desde el anuncio del decreto de estado de alarma “se ha mantenido la represión política previa”, al punto de haberse realizado, hasta la fecha, “20 detenciones por motivos políticos”, a lo que agregó que también “sigue el patrón de desapariciones y detenciones arbitrarias de familiares o relacionados con políticos perseguidos”.
Esta cuarentena voluntaria de muchos venezolanos es en definitiva una respuesta de las personas frente a las dudas de quien gobierna.
De acuerdo a Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de la Violencia, “En el estado Zulia durante los primeros días de la cuarentena se registraron 18 homicidios; de estos, 17 fueron cometidos por cuerpos policiales bajo la categoría de resistencia a la autoridad. Solo una de esas víctimas fue asesinada por un grupo delictivo”.
Otra de las premisas base del régimen, es que no pueden hacer más por el bloqueo. Y que gracias a los buenos oficios de sus aliados como Rusia, China y Cuba han recibido ayuda humanitaria.
De arranque esto nuevamente es contradictorio, desde el régimen han mantenido una y otra vez que nuestro sistema de salud está perfecto. Insisten en que tiene todo controlado y que los hospitales están al 100%.
Vamos por parte.
Publicado en octubre el Índice Global de Seguridad Sanitaria 2019 (Global Health Security Index). Evalúa la seguridad y la capacidad de salud de los países en 6 categorías, 34 indicadores y 85 subindicadores. Venezuela figura entre las 20 naciones peor preparadas para afrontar la crisis que significa la propagación de una epidemia.
Un west world al estilo venezolano, nos ubica sin bloqueos en el puesto 176. Su índice es de 23,0. Cercano a él se encuentran naciones como Burundi (22,8), Eritrea (22,4), Siria (19,9) y Yemen (18,5).
No hemos terminado
El diputado a la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares nos ayuda a fotografiar nuestra situación actual: “84 % del personal de salud no ha podido surtir gasolina, 62 % no ha podido ir al hospital, el 63 % de los hospitales no tiene electricidad y 78 % presenta escasez de agua”. Definitivamente “Venezuela es el peor país preparado de América Latina para atender el Covid-19".
En el caso de la gasolina el economista y diputado José Guerra nos recuerda que “las refinerías venezolanas están capacitadas para refinar 1.300.000 barriles diarios de gasolina al día. Sin embargo, en la actualidad se producen menos de 30.000 barriles diarios”. Y eso sucedió sin ningún bloqueo de por medio, la industria petrolera fue destruida por el régimen sin necesidad de ayuda.
El tema en fin no es el bloqueo, son más de dos décadas de corrupción, ineficiencia y despilfarro los que nos han llevado a donde estamos. Y claramente nuestro sistema de salud no escapó a este desastre.
Nuestra situación es terrorífica, y no precisamente porque lo haya dicho The Economist. Y aunque su editorial encierra muchas verdades, nosotros mismos sabemos que es así.
Vamos a seguir intentando llevarles el marco del desarrollo de esta pandemia en Venezuela. Un west world al estilo venezolano quiere servir de apuntes para romper la censura y la manipulación oficial.
En próximas entregas hablaremos de la calle, de cómo se vive el día a día en nuestras ciudades. Servirá para muchos ver las cargas de contradicciones con que vivimos y comprobar parte de las notas e informes.
Juan Carlos Gabaldón: “Todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto de COVID-19 en Venezuela, y dado el control del régimen sobre la información, es posible que nunca podamos hacerlo. Pero probablemente todavía no veamos lo peor de esta enfermedad…”
Créditos
Imagen de Elchinator en Pixabay