"Ama sin renunciar a tu identidad. No existo para ti, sino contigo. A diferencia de un amor que se fusiona, propongo un amor saludable con identidad personal” Walter Riso.
Hay una frase que menciona que “el amor que no es locura, no es amor” y sí bien es cierto, que “siempre hay algo de locura en el amor”, debe tenerse especial cuidado, ya que esos límites entre uno y otro, pueden llegar a desdibujarse y confundirse con posesión, dependencia, manipulación y todas esas cosas negativas que nos hacen “odiar el amor” en algún momento.
La Psicóloga Clínica y Especialista en Estudios de Familia y Desarrollo de la Universidad de Caldas, Isabel Bedoya Cadavid, nos ofrece algunos consejos y claves para aprender a amar, a otra persona saludablemente.
- Lo primero, lo más lógico, lo más sensato y lo más importante es ¡amarte a ti mismo!, pues de esta forma tus principios y valores no estarán en juego; y es que debes hacerte una pregunta, ¿Puede alguien amar tanto a otra persona, hasta el punto de perderse? ¡Celebra que eres un milagro único en la tierra!, mírate en el espejo todos los días y menciona cada una de las cosas buenas que hay en ti (tu personalidad, tu carácter, tu físico, etc.)
- Fortalecer una comunicación efectiva: ¡nunca supongas, mejor pregunta! Y expresa directamente lo que te disgusta, ya que los silencios prolongados, no hacen más que causar malestar a futuro.
- Los hijos y la pareja: tener claro que los hijos son parte vital de nuestra existencia, pero no deben convertirse en el centro de la relación pues tarde o temprano ellos se irán y solo una relación bien fundamentada podrá sostenerse.
- No idolatrar ni idealizar a la pareja: muchas personas tienden a sobrevalorar en gran medida a sus parejas, convirtiendo su amor en algo tóxico, adictivo y destructivo; ¡por supuesto, que cuando amamos vemos lo mejor en nuestra pareja! ¡y esto no es malo!, pero no, hasta el punto de pensar que esa persona es perfecta. Todas las relaciones y personas son imperfectas y eso hay que comprenderlo, sin sacrificar o negociar nuestros propios valores y principios.
- Mantener encendida la pasión: toda relación necesita de constante compromiso para que la “llama no se apague”; por eso es importante salir de la rutina, tener detalles, valorar al otro, admirarse sanamente, ser cómplices, cuidar la sexualidad, dialogar, apoyarse en épocas de crisis y disfrutar juntos de los buenos momentos de la vida, estos son elementos necesarios para que la relación se fortalezca.
- Cada uno debe tener una vida y unas metas propias: ¡no podemos convertirnos en la sombra del otro!, todos necesitamos nuestro propio espacio, por ende resulta vital permitir que el otro tengas sus tiempos de soledad, que salga con amigos o compañeros. También es importante apoyar los proyectos de nuestra pareja, pues debemos entender que aunque se comparte una vida, cada cual como individuo tiene sus propias aspiraciones e intereses.
- Ser considerado en el trato diario: frases, como: ¡lo siento, tienes la razón!, ¡te ves hermosa/o!, ¿Qué opinas tú?, ¿Cómo te puedo ayudar?, ¡te amo!, ¿Cómo estuvo tu día?, ¡por favor y gracias!, pueden hacer mucho por una relación (si se usan regularmente) y garantizan la consolidación de una relación sana.
- No convertir a la pareja en el único foco de amor y de interés: la pareja es importante pero debemos entender que la familia, el trabajo y los amigos también lo son; da a cada persona y a cada cosa, su lugar y asegúrate de tener la relación equilibrada que mereces, ¡sin apegos y dependencias!