Construcción, Turismo, Gastronomía, más servicios sociales, son los rubros que mas se contrajeron desde el inicio de la cuarentena el 20 de marzo. En conjunto explican más del 16 % de los 21 millones de puestos de trabajo y son los que tienen más expectativa en recorte de la nómina.
Los datos de la actividad económica de abril no sorprendieron mucho en cuanto a las expectativas de los analistas, pero pusieron números concretos al impacto que sufrió la economía argentina en el primer mes pleno de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Mientras las empresas luchan por mantener los mínimos niveles de facturación necesarios para sobrevivir a la crisis económica global, el foco pasa a los miles de puestos de trabajos que están amenazados.
Los sectores que más lo sufrieron fueron: hotelería, gastronomía, construcción y servicios, de los cuales centran un 16% del empleo total y son los puestos que más corren riesgo.
El comercio es el sector que lidera el mercado laboral, con más de 3.5 millones de puestos muestra realidades distintas según el rubro; y las estimaciones más optimistas prevén una caída del 3.5% del empleo debido a la recesión. Significaría, de concretarse, la perdida de mas 120.000 puestos de trabajo, entre registrados, informales e independientes.
Ninguno de los 15 grandes sectores económicos que revela el INDEC se salvó de la caída registrada en abril del 26.4% de retroceso interanual, marcado por el estimado mensual de la actividad económica. Pero las realidades fueron muy distintas en cuanto al tamaño de la caída.
El sector que más lo sufrió fue la construcción, que desde el inicio de la cuarentena que tuvo una contracción interanual del 86.4%. Fue donde más se sintió el cese de la actividad debido a que generan 1.670.000 puestos de trabajos tanto formal como informal, datos relevados en diciembre del año pasado por el Indec, que significa un 8% del empleo total hoy.
El siguiente rubro en cuanto a la magnitud de su disminución interanual con los datos de abril es quizás es más preocupante, es Hotelería, Turismo y Gastronomía, ya que centran no solo empleos directos, sino indirectos también, además de la correlación entre los tres y el mismo registro una contracción del 85.6% interanual y al cierre del 2019 empleaba a mas de 687.000 personas en todo el país, el 3.17% del empleo total.
Y el tercer sector mas golpeado es el de “otras actividades, sociales y personales”, que incluye a cines, gimnasios, lavanderías y peluquerías, entre muchos más. Todos esos explicaban, en diciembre último, 1.099.000. puestos de trabajo, 5,2% del total.
Por el otro lado, la actividad que menos sufrió la pandemia fue la Intermediación Financiera, con un retroceso del 3.2% interanual dados los esfuerzos del gobierno por mantener fluyendo el crédito y el alto nivel de depósitos, que no pararon de crecer. Sin embargo, el sector hace un aporte modesto con solo 312.000 puestos de trabajo, 1.44% del total.
Luz, Gas y Agua, por un lado, y agricultura y ganadería, por el otro, también se anotaron en los que menos sufrieron el freno. Aunque fue considerable. La actividad cayo un 8.3% y 10.3% en esos sectores en el mes de abril, todo en términos interanuales respectivamente. Suman 129.000 puestos de trabajo el primero, representando el 0.6%, y un mucho mas relevante un 6.6% del total en el caso del segundo, con mas de 1.621.000 puestos de trabajo.
La industria manufacturera, con 2.326.000 de empleos (11% del total) sufrió un desplome del 34.4% interanual en abril.
En total, siempre a diciembre del año pasado, el Indec relevo la existencia de 21.195.000 puestos de trabajo, de los cuales 10.6 millones correspondían a posiciones asalariadas registradas; 5.1 millones a trabajadores en negro y 5.5 millones independientes, tanto en condición de monotributistas puros, autónomos y monotributistas social. De ese número, el observatorio de la deuda social de la UCA ya estimo que 900.000 puestos se perdieron durante el periodo de aislamiento social preventivo y obligatorio, al caerse notablemente las situaciones de pluriempleo.
Pero las estimaciones privadas para el año son algo optimistas, porque esperan un repunte de la actividad para el último trimestre que debería reponer parte de los trabajos perdidos, sobre todo entre los ocupados informales que, según la UCA, son la mayor parte de los que perdieron sus puestos en medio de la cuarentena.
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Las estimaciones privadas para el año son algo más optimistas, porque se espera un repunte de la actividad para el último trimestre que debería reponer parte de los trabajos perdidos.
Pero en ese contexto, ¿hay algún sector generando trabajo? Con la expectativa de que el año cierre con un saldo negativo en materia de generación de trabajo, en Randstad sostienen que asumiendo un curso relativamente benigno de la epidemia acompañado de una salida gradual de la cuarentena puede ir reactivando algunos sectores que van a tener que salir a emplear.
“La primera etapa fue un párate, todo el mundo dijo frenamos a cero los ingresos hasta que sepamos qué es esto. Ahí se da la pérdida de puestos de trabajo. A partir de ese momento, al menos las empresas que pudieron operar se empezaron a encontrar con problemas que requirieron empezar a salir a buscar empleados al mercado. Son cosas muy puntuales, que por un extremo se da por ejemplo en el sector de tecnología para empresas que empezaron a trabajar a distancia y pasaron a necesitar más de ese tipo de servicios”, dijo Alejandro Servide director de Randstad.
Variación interanual de la actividad por sector. Fuente: EMAE Indec
La vigencia de la prohibición de despidos y la doble indemnización, sostenida además del programa de asistencia salarial donde el estado paga hasta el 50% del salario a los trabajadores registrados, contribuyen a atenuar la caída real del empleo formal. En cambio, se concentra en el Autogenerado y el Informal.
Los cálculos del observatorio de la deuda social estimaban que entre marzo y mayo 120.000 personas perdieran su empleo. Es así que, entre autónomos y pequeños empleadores, otros 150.000 a 190.000 trabajos se habrían perdido del sector formal. Mientras que el empleo en negro se habría visto reducido de 180.000 cuentapropistas a 160.000, mientras que 250.000 personas que viven de trabajos eventuales y de supervivencia cayeron en la misma situación.