Ha tenido que suceder una pandemia para que el mundo entero se detenga en la palabra makers. Ellos se han convertido en las fábricas de conocimiento abierto y solidaridad que nunca cierran sus puertas, porque no tienen. El movimiento Maker, surgido hace trece años en California, se caracteriza por aglutinar creatividad, innovación, fabricación digital, colaboración en red y comunidades de software y hardware libres. En España, la cultura maker está fuertemente arraigada y cuenta con miles de seguidores. No en vano, uno de los creadores de la plataforma de hardware libre Arduino, una de las placas más populares del universo maker, es el aragonés David Cuartielles.
En la actualidad, los makers trabajan en una tupida red de fábricas digitales globales, que responden a nombres como fab lab, techshop o hackspace. En estos templos de conocimiento compartido se practica la innovación abierta y la producción en masa, pero de manera personalizada.
La cultura maker está inspirada en el "hágalo usted mismo", que difundían las revistas norteamericanas de tecnología de los años 50. La principal diferencia entre los "hacedores de cosas" de entonces y los de ahora radica en la combinación de herramientas analógicas y digitales.
Los makers pueden fabricar prototipos de cualquier producto sin moverse de casa. Chris Anderson, editor de la prestigiosa revista tecnológica Wired, bautizó este movimiento como la nueva revolución industrial. En su libro "Makers: La nueva revolución industrial", publicado en 2012, vaticinaba que en pocos años habría impresoras 3D en los hogares de todo el mundo. Anderson se equivocó, porque estas máquinas nunca inundaron nuestros hogares. Pero sí surgieron numerosos espacios repartidos por todo el mundo donde cualquier persona pude construirse su propia impresora 3D.
Uno de estos espacios es Makespace, el lugar que César García, uno de los referentes del universo maker español, abrió en Madrid junto a Sara Alvarellos en el año 2013. En ese momento no existía en la capital ningún otro espacio dedicado a la manufactura personal, utilizando herramientas de fabricación digital. César también es el conductor del espacio radiofónico La hora maker.
Podría decirse que el Movimiento Maker fue adelantado hace más de 30 años por el escritor estadounidense Alvin Toffler en su obra "La tercera ola", que es uno de los libros más vendidos en el mundo. En él, acuñó el término "prosumidor", que es la suma de consumidor y productor. El escritor sostenía que con el tiempo, los consumidores acabarían saturados de los productos fabricados en masa y que, si las empresas querían seguir ganando dinero, tendrían que emprender un nuevo proceso de fabricación personalizada masiva, en la que deberían implicar a los consumidores, derivando así en "prosumidores".
Como muchos otros movimientos importantes, el germen de la cultura maker hay que buscarlo en el MIT. En 1995, Nicholas Negroponte, director y fundador del Laboratorio de Medios de Comunicación de esta institución, se anticipó a la era digital, afirmando que el camino de los átomos a los bits era irrevocable e imparable. En su libro Mundo digital, predijo que los medios de comunicación serían digitales. Justificaba su argumento en que los bits, la mercancía de la industria de la información, son mucho más fáciles de transportar que los átomos
En 1998, Neil Gershenfeld, director del Centro de Átomos y Bits del MIT, planteó un curso con el sugerente título "Cómo hacer cualquier cosa", que atrajo la atención de cientos de alumnos. Dos años después surgió el concepto de Fab Lab, un lugar donde se fabrican cosas con máquinas controladas por ordenador.
Todos estos movimientos, capaces de poner la tecnología al servicio de las personas, capacitándolas para la creación de redes globales de innovación social, han propiciado transformaciones radicales en el ámbito de los negocios, la educación o la política.
Uno de los presidentes más entregados al movimiento maker fue Obama. De hecho, la Casa Blanca acogió en junio de 2014 la primera Maker Faire. Precisamente, el encargado de mostrar al presidente de Estados Unidos un Fab Lab móvil fue Gershenfeld. Se trataba de una versión sobre cuatro ruedas de los Fabs Labs que el MIT había inventado catorce años atrás para que la gente pudiese fabricar cosas utilizando herramientas digitales y analógicas.
Obama quedó tan fascinado que decretó el 18 de junio el Día del Hacedor. Entre los ingenios expuestos para la ocasión, figuraba un gran robot con cuerpo de jirafa, una incubadora de bajo coste, una impresora 3D para hacer panqueques o una casa portátil de 128 metros cuadrados.
En España, localidades como Madrid, Bilbao, Santiago de Compostela o Barcelona celebran anualmente sus Maker Faire. Estas ferias, que reúnen a entusiastas de la tecnología, ingenieros, educadores, aficionados y estudiantes de todas las edades, que acuden a mostrar sus creaciones y compartir sus experiencias, fueron inventadas por Dale Dougherty en 2006. Dougherty, que también se declara inventor del término web 2.0, convocó la primera Maker Faire en la ciudad californiana de San Mateo.
Por ello, no es de extrañar el papel tan relevante que los makers españoles están desempeñando en la crisis del coronavirus. Acostumbrados a trabajar en red, desde el minuto uno empezaron a organizarse en grupos de telegram. En la actualidad, existen cadenas de producción de material sanitario de makers repartidas por toda España.
En un tiempo récord, convirtieron los canales de telegram en eficaces cadenas de suministro y sus hogares en improvisados talleres, desde donde todos los días sale material de primera necesidad para hospitales, residencias de mayores, ambulatorios o cuarteles. En definitiva, para todos los que soliciten su ayuda. En algunos de estos grupos, como ya hemos informado en Covid-News, incluso se han construido respiradores.
El grupo de telegram coordinador en España se llama coronavirus_makers. El mensaje anclado dice: si tienes impresora 3D debes hacer dos cosas: usa este formulario para dar de alta tu impresora y apúntate en el grupo local de tu comunidad autónoma o país. También apúntate si tienes CNC o inyección de moldes.