PROYECTO: CULTURAS DE LA ENERGÍA ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Síntesis del proyecto
1.Problemática social y preguntas de investigación
Desde la crisis del petróleo, en los pasados años setenta, la relación entre sociedad y energía adquiere relevancia. Primero, desde una perspectiva dominantemente política y económica. En clave de problemas de dependencia/soberanía energética y en lo que, entonces, quedaba caracterizado como contaminación atmosférica. Sin embargo, el cambio climático profundiza radicalmente en la cuestión, haciendo de tal relación entre sociedad y energía un problema de primer orden. Para muchos analistas (Latour, 2018, como voz reconocida), está detrás de los conflictos entre/intra sociedades en la actualidad, con la seguridad de que va a estarlo en el futuro. Ello ha hecho, como muestran distintos estudios demoscópicos, que la cuestión dela relación con la energía se establezca en la conciencia y opiniones de los ciudadanos, formando parte de su identidad ante los otros y, así, conformando distintas culturas (Glück, 2018), que abarcan desde prácticas concretas, realizadas desde tal conciencia de relación con la energía, hasta opiniones, actitudes y discursos sobre tal relación, incluyendo desde concepciones prescriptivas sobre lo que los otros ciudadanos deben/no deben hacer, a apoyos/resistencias a medidas y políticas públicas al respecto. Así, cabe la asunción de la existencia de un sistema de distintas culturas energéticas, con muy distinta relación entre ellas, que es relevante de cara a: a) configurar un mapa de la configuración de la sociedad española ante un fenómeno de especial y, sobre todo, creciente relevancia en el futuro inmediato: social, político, económico; b) implementar procesos de transformación con respecto a las prácticas de uso de la energía; c) diseñar políticas y medidas concretas destinadas a afrontar el reto del cambio climático, teniendo en cuenta que las propias culturas incluyen una percepción de la gobernanza energética.El concepto de cultura energética queda definido como la articulación de prácticas, creencias, actitudes, opiniones y demandas relacionadas con la producción, distribución y uso de la energía, bajo la asunción de que tal articulaciónes relativamente coherente configurando así distintas culturas. Ha de resaltarse, como hacen Strauss, Rupp y Love (2013), que las creencias llevan a cómo usar la energía, y, a la vez, los usos de la energía llevan a opiniones sobre el uso de la energía. Teniendo en cuenta esto, las preguntas de la investigación son:-¿Qué culturas de la energía existen en España y cuáles son las diferencias entre ellas?-Relación prácticas energéticas, perfiles sociodemográficos y otras prácticas.-¿Cuáles son las demandas/resistencias específicas de cada cultura?
2.Antecedentes e innovación
La preocupación de las ciencias sociales por la relación entre sociedad y energía, mediada inicialmente por la preocupación ecológica, cuenta con una larga tradición, que las más recientes obras coordinadas por Dunlap y Brulle (2015), Dryzek, Norgaard y Schosberg (2011) sitúan bajo el fenómeno -físico y social-del cambio climático. La atención creciente de las revistas académicas y sucesión de monográficos (Nature and Culture7 (2);American Behavioral Scientist 57(6); Current Sociology63 (3)] muestran su relevancia. Abordando la realidad social española, cabe destacar: Espluga et al. (2014) o Mairal (2003, 2008); y enmarcando las posibilidades de cambio de la subjetividad medioambiental de la población, los trabajos de Oltra (2005) o Corraliza et al.(2006).Desde la perspectiva específicamente demoscópica, la relación entre sociedad y energía ha estado presente en distintos estudiosdel Centro de Investigaciones Sociológicas, desde 1978 (estudio 1154 sobre la energía nuclear), hasta nov-2018 (Barómetro 3231, que incluye preguntas sobre el cambio climático); así como, ya buscando la comparación internacional, los Eurobarómetros (desde 1982) o las aproximaciones del Pew Research Center (última disponible: 2015) o la Encuesta Social Europea (especialmente 8º ronda, 2018). Sin embargo, preocupados más por captar la extensión de la opinión pública medioambiental dominante o ante temas específicos (energía nuclear), no se ha abordado la articulación entre actitudes y prácticas. Solo estudios etnográficos, fuera de nuestro país, han asumido el concepto de cultura energética, sin que sea un obstáculo para abordarlo desde la metodología de encuesta con cuestionario, fijando así su distribución.
3.Características de la encuesta
Tipología: telefónica.
Aun cuando se plantea un cuestionario con un número relevante de preguntas, el potencial interés por el tema entre los receptores de la llamada -un tema que preocupa-y la coherencia -una metodología con menor huella energética que la encuesta presencial-inclinan hacia la encuesta telefónica.
Población objeto de estudio: Población mayor de 18 años residente en España.
Ámbito territorial: España
Tamaño muestral: 3000 individuos (tamaño mínimo para obtener un número de agrupaciones/segmentacionesrelevante, con base muestral suficiente para cada una).Cuotas de grupos de edad, género y ocupación.
Duración: una media alrededor de los 20 minutos.
4.Metodología
Se prevé un cuestionario con duración mayor a la que es habitual, por término medio, para su aplicación telefónica. No obstante, el diseño del cuestionario dominantemente en batería, agilizaría su aplicación ajustándolo a una duración aceptable. La estructura del cuestionario y, por lotanto, del análisis inicial de marginales, medias y tablas de contingencia se establece sobre los siguientes bloques nucleares, dejando a un lado variables sociodemográficas
:-Prácticas de uso energético, especialmente vinculadas con: producción energética, movilidad, acondicionamiento residencia, alimentación, consumos.
-Cambios de prácticas recientes/previstas en producción y uso de energía.-Prácticas que cree que no hace y debería realizar, con respecto al uso de energía.
-Problemas percibidos en el paso entre lo que se dice que debería hacer y lo que no hace.
-Opiniones sobre la gobernanza energética: energías y prácticas de uso de la energía que deberían fomentarse/eliminarse (en distintos umbrales de futuro: inmediato, próximo, medio plazo).-Percepciones y actitudes hacia el cambio climático.
-Percepciones y opiniones sobre la relación entre energía, desarrollo económico y desarrollo tecnológico.El análisis fundamental para responder a las preguntas de la investigación es de carácter multivariante, por conglomerados en función de las respuestas a las distintas bloques de baterías de preguntas, articulado principalmente con análisis factorial de componentes principales -con el horizonte de obtención de una escala en la que se sitúen las distintas culturas de la energía-y análisis de regresión logística, para la observación de los factores/regresores que significativamente constituyen cada cluster/cultura