A finales de 1988 para alegría de mis padres y desgracia de mis hermanos llegué a este mundo, en medio del cuerpo armado de la Policía Nacional di mi primer chillido; cuenta la leyenda que los funcionarios se refirieron a que había nacido una futura GENERAL DE LA NACIÓN, ahí se vaticinó por primera vez mi futuro.
Fui creciendo rodeada de hombres que luchaban con su vida por la patria, a mi padre le brillaban los ojos deseando que yo algún día hiciera parte del Ejército, de la Armada Nacional, de la Fuerza Aérea o de su institución, la Policía Nacional; durante largos años me encaminó por ese mundo, se esforzó porque en mí naciera el amor por ese uniforme, el mismo que mi madre lavó por tantos años y que a ella no le hacía ni pite de gracia que yo portara.
Efectivamente mi familia trato de moldear mi vida con el único objetivo que tuviera un futuro prometedor, con lo que no contaban es que la pequeña en su mente sabía lo que quería ser. Desde que tengo uso de razón he soñado con ser ACTRIZ pero a la vista de mi familia era simplemente el más absurdo de los sueños; en primera estancia para ellos no era una profesión, tenía que estudiar algo realmente serio, algo que en el futuro me diera mucho dinero y las apuestas no se hicieron esperar, la niña debía ser una afamada MÉDICA, una distinguida ABOGADA o una intelectual INGENIERA, casi 25 años después soy una desconocida PERIODISTA.
Me decidí por el periodismo con la idea de no quitar el dedo del renglón de la actuación, era la salida fácil para acercarme al mundo del entretenimiento.
Cuando fue demasiado tarde, cuando tenía la soga al cuello y mi título universitario me brindaba un oscuro panorama, decidí ponerme las zapatillas como TENIENTE de la Armada Nacional pero el destino es claro, no había nacido para ello y mi estatura me alejó de esa posibilidad.
Por el momento yo me sumerjo en el maravilloso mundo de la escritura acercándome al universo desde mi ojo PERIODÍSTICO, y probablemente mi cuenta bancaria carecerá de muchos ceros pero al final del camino terminé recreando mi vida como una gran OBRA DE TEATRO, los caminos por los que ando son el ESCENARIO y he interpretado magistrales PERSONAJES que me hicieron crecer como persona, sin imaginarlo el guion de mi vida se convirtió en mi mejor ESCRITO, ser yo ha sido mi mejor ACTUACIÓN y mi felicidad mi mayor premio; Mi OSCAR.
Así que escoja bien su camino; que las madrugadas no sean un tormentoso accionar, que las horas en la oficina sean sus mejores momentos, que los trasnochos valgan la pena, si tomas la decisión correcta habrán más profesionales apasionados, que trabajadores mal encarados. No le de miedo romper el molde.