El bitcoin cumplió 10 años desde el registro de su bloques génesis el pasado 9 de enero, y aunque realmente su impacto real comenzamos a sentirlo solo hasta hace poco, es impresionante como hemos avanzado en su evolución. A la explosión de criptomonedas, tokens y frenética especulación financiera, le ha seguido una nueva y espectacular etapa de reajustes y desarrollos, centrados mucho más en las ideas originales del Bitcoin. La transformación de la industria cripto, está abriendo piezas fundamentales para producir la adopción global de las criptomonedas.
Descubramos como antes de que termine este año, millones de personas de manera natural, cotidiana, sencilla y constante usaran criptos en su vida diaria.
Inicios que aún no terminan.
Al principio muchos creyeron que simplemente con ‘producir’ una criptomoneda, confirmada la premisa de la no necesidad de intermediarios, las personas saldrían masivamente a convertirse en sus propios bancos, los hechos actuales nos muestra que para nada ha sido así. Sin importar si el proyecto realmente hacia aportes importantes al novel ecosistema, o si era, como la inmensa mayoría, una mala copia de bitcoin o un clon lateral de alguna cadena de bloques, casi de inmediato surgieron los exchange y las plataformas P2P, que se apropiaron y concentraron prácticamente el 100% del incipiente mercado de intercambios.
Al mismo tiempo surgieron las plataformas para resguardo de las criptomonedas adquiridas. Las estafas, hackeos y fraudes que ocurrieron con mucha frecuencia al principio y que todavía vemos, obligo a desarrollar plataformas de protección. Distintas y diferentes Wallets fueron posicionándose, y evolucionando hacia desarrollos que dieran seguridad y manejo adecuado de las criptomonedas.
Alrededor se sumaban medios y proyectos que se apresuraban por tener alguna presencia más o menos importante en lo que se estaba construyendo. Piezas de un rompecabezas que está en plena ebullición.
Cada quien andaba en lo suyo, los proyectos cripto intentando vender sus monedas o token junto a la fiebre de las ICO, que alcanzó su máxima expresión en 2017 y principios del 2018. Esta danza de frenesí financiero origino miles de expresiones, que van desde las infaltables estafas, los aventureros sin nada que perder, los proyectos huecos y escandalosamente falsos, hasta las verdaderas plataformas que realmente sumaban al ecosistema. Más de tres mil criptos aun merodean dentro del Coin Market Cap global, los estallidos de los precios han ido reacomodando el escenario, pero todavía queda aún mucha tela que cortar por delante.
La realidad, los números y las verdaderas expectativas de las personas pronto se ocuparon de colocar las cosas en su justa dimensión. Era necesario replantear los proyectos.
A regañadientes algunos, otros por propio convencimiento y los más audaces por su naturaleza, están entendiendo de que los gobiernos, los organismos reguladores globales, el sistema financiero tradicional y en definitiva, el mundo, no se mueve por deseos ni utopías, los engranajes incluyen a la política, la economía, la sociedad y una fuerte dosis de manejo realista, practico, potable y que tenga la posibilidad de extenderse rápidamente hacia millones de usuarios.
El hecho de que existan más de 2 mil millones de personas a nivel mundial, que no tienen acceso a los sistemas financieros actuales, en lo absoluto significa que simplemente saldrán corriendo a abrazar, según tú, la disruptiva y libertadora opción cripto a sus vidas. La cosa es un poco más complicada, y lo es porque los seres humanos somos complejos, así de sencillo.
Precisamente desde que les asome mi ‘Banco en las Nubes’, avanzamos hacia extraordinarias alternativas que se están presentando a una impresionante velocidad, una carrera de muchos actores y múltiples opciones que empiezan a dar muestras de características y personalidades propias. Que demuestra que la adopción no está a la vuelta de la esquina, pero tampoco por los siglos de los siglos. La cuestión es un poco más ajustada a términos medianos.
La transformación de la industria cripto, como toda esta evolución, no sucede en una sola vía, tampoco existe uniformidad en las convicciones generales, a lo sumo, conservan el hecho de haber nacido desde la tecnología de la cadena de bloques, sin esto signifique que obligatoriamente se parezcan a los planteamientos originales de Nakamoto. Cada uno construye en base a sus intereses y objetivos.
Bifurcaciones en paralelo.
Tras 10 años desde el bitcoin y sin que se observara adopción masiva de las criptomonedas, muchos sienten que llego el momento de avanzar hacia otras direcciones. Las heterogéneas regulaciones o intentos de esta, por parte de gobiernos y organismos globales, fruto de sus propias contradicciones y en muchos casos de intereses comerciales opuestos, abre caminos para construir y desarrollar alternativas financieras nuevas. Las puertas que abrió Facebook con su Libra ubico a muchos de la profunda realidad de la Blockchain, por primera vez sintieron los poderes mundiales, que la cosa puede transcender fuera de las paredes especulativas o de las aplicaciones en pequeñas aldeas. Lo poderoso de este nuevo dinero es que es profundamente palpable, no tiene fronteras, no necesita obligatoriamente de intermediarios, sus costos de envió son mínimos, solo faltan los vehículos colectivos.
Ahora, no perdamos el foco de la nota.
Tienes un poder sin lugar a dudas, sin espacios para la especulación ni ejercicios de demagogia, que es profundamente disruptivo, pero también puede ser sencillo, práctico y definitivamente amigable, allí quizás reside la fuerza.
Por qué, estemos claros, ¿Qué les falta a las criptomonedas para ser masivas, cotidianas, comunes? Algunos saltaran y dirán que evidentemente marcos regulatorios que permitan su desarrollo, otros hablan de escalabilidad, pocos de la capacidad de transferibilidad, varios de convertibilidad a fiat, en fin opiniones tan diversas como sentimientos hay dentro de la industria. Ahora, sin lugar a dudas, las barreras normativas son fundamentales en todo este esquema para que las personas las usen día a día en su vida normal y corriente: comprar, gastar, invertir, pagar servicios, ahorrar, recibir sueldos, apostar, jugar.
Frente a estos panoramas empiezan a salir las opciones, por ejemplo, las finanzas descentralizadas o DeFi, como empiezan a conocerse, intentan dar las primeras respuestas para acelerar el uso de las criptos. Empresas y proyectos nacidos como exchange, custodios, intercambios o propuestas de monedas, se están transformando en híbridos financieros con particularidades novedosas. No son un banco, ni casa de bolsa, tampoco una empresa de seguros, de hecho han despertado un tremendo dolor de cabeza para muchos gobiernos, que no terminan de descubrir que tratamiento darles.
Estas nuevas plataformas se están dando en la mayoría de los casos, fruto de alianzas y adquisiciones dentro de la propia industria cripto, sin embargo estoy segurísimo que van a ir mucho más allá, les explico el por qué.
Si bien dentro de su oferta puedes tener la posibilidad de comprar, vender, prestar, recibir créditos, usar cajeros automáticos, hacer transferencias nacionales e internacionales, utilizar puntos de ventas, pagar servicios públicos, recargar celulares, obtener ingresos pasivos y una gama de opciones que continua ampliándose dependiendo del tamaño, del capital y de las intenciones, existen ya dos corrientes principales de desarrollo. Por un lado quienes intentan llevar hasta el máximo el tema de la descentralización real y por otro, quienes simplemente están renovando y construyendo plataformas de ‘tanta descentralización como sea posible, tanta regulación como sea necesaria”.
Los dos grupos más allá del desarrollo de productos y servicios novedosos, o de tener mejores o peores niveles de avances en escalabilidad, seguridad, privacidad y sencillez operativa, comparten similares problemas: necesitan marcos regulatorios que aceleren su transferibilidad y personas con criptomonedas de manera cotidiana, allí entran las alianzas que están haciendo varios con actores tradicionales como Visa, Master Card o incluso, con algún banco tradicional entre otros.
Definitivamente estamos a las puertas de una aceptación comercial importante de las criptomonedas, que esta sentando bases para que sea la usabilidad un ingrediente llamativo para poseerlas.
Ahora también los maximalistas de las criptomonedas avanzan en su propia ruta, intentando mantenerse dentro de la esencia y los fundamentos originales de Nakamoto. En desacuerdo absoluto con los temas que restrinjan el derecho al anonimato y la libertad total financiera, impulsan sus propios proyectos hacia caminos no regulados ni controlados, consideran que las DeFi representan ‘una reverencia a la presión reguladora’. Trabajan en la construcción de miles de redes que permitan a las personas transferir y manejar sus finanzas sin ningún tipo de intermediarios, a pesar de que evidentemente siempre será necesario, por lo menos plataformas colectivas que puedan mantener en funcionamiento el ecosistema, le den estabilidad a los procesos y generen confianza para operar.
En un mundo globalizado y donde es prácticamente imposible jugar dentro del sistema pero al mismo tiempo estar fuera de él, la cosa no parece tan sencilla. Siento particularmente que este grupo va a lograr penetrar importantes sectores y específicos centros a nivel global, lo más seguro no sean tan masivos sus alcances ahora, pero la evolución de todo esta disrupción, nadie sabe a ciencia cierta a donde llegara.
Espectaculares y poderosas fuerzas enfrenta el reto de convertir a cada quien en su propio banco, aclaro que esto no debe tomarse literalmente como algunos hacen para desestimar la esencia Bitcoin, se trata de tomar control de tus finanzas en el sentido más individualizado posible, por encima de gobiernos, corporaciones y bancos, que sea o no una utopía o represente un deseo fuera de la realidad, es otra cosa. Temas que abarcan no solo las regulaciones, las leyes y la dinámica política mundial juegan en su contra, adicional a los inmensos desequilibrios sociales, que mantienen a buena parte de la población mundial a merced de populistas de distintos ropajes, dizque ideológicos, las propias personas requieren de profundos cambios culturales educativos y de formación para asimilar su propia independencia social.
Finalmente el grupo totalmente centralizado, una gigantesca contradicción nacida de una propuesta de descentralización. Desde sus inicios estos proyectos escogieron controlar el 51% de su emisión de criptomonedas para tener control completo del sistema, por ahora gozan de importante presencia a través de otros actores tradicionales que han utilizado sus plataformas para darle valor agregado a sus propuestas de servicios, sobre todo en el área de las remesas y transferencias internacionales. Es posible que su alcance termine cuando sus iniciales clientes emitan sus propios token, o podrían evolucionar, y apoyados por una presencia importante en estas plataformas financieras globales, convertirse en opción significativa como medio de pago.
Lo cierto es que seguimos cimentando, ahora con unas cuantas obras finalizadas y otras que evolucionan a millón, con materiales similares, pero con marcadas diferencias. Consolidando una de las mayores características de todo este ecosistema: la expresión plural de un código público.
Construyendo con puertas abiertas.
La transformación de la industria cripto, está produciendo rápidos e importantes avances en la masificación del uso de las criptomonedas a nivel global. Los retos evidentemente son enormes y obviamente abarcan todos los aspectos que influyen en las acciones que involucran a gobiernos, multilaterales, la banca global y ahora importantes actores no financieros. De tal forma que las fuerzas en puja, continuaran ejerciendo presión para lograr el mayor espacio posible y procurar no ceder lugares ya ocupados.
Las personas quieren usar su dinero para todo, no para un porcentaje menor, el desafío mayor de las criptomonedas es progresar hacia sistemas integrados y amigables que permitan pasar de procedimientos derivados hacia la transferibilidad directa. Un marco normativo se hace entonces imprescindible, el punto es como se acomete, si lo dejamos solo en manos de gobiernos, bancos centrales y los sectores financieros tradicionales, los resultados en general, serán por demás previsiblemente frustrantes, es necesario apretar los espacios mediante acciones que impulsen regulaciones de avanzadas, donde se privilegie la democratización practica y real de las finanzas.
No les quede dudas, Libra saldrá a la luz. GRAM también, pronto la veremos circulando en esa especie de plataforma confluyente de criptógrafos globales, asimismo los Central Bank Digital Currency (CBDC) de China y quizás Singapur, Tailandia y Canadá estén en primera fila. Escenarios múltiples en juego.
Con las puertas abiertas se está construyendo esta nueva etapa en la industria cripto. Abra bien los ojos y siga la ruta de las soluciones reales y que hayan demostrado estar en capacidad de afrontar los retos que tenemos por delante. La descentralización pragmática está ganando grandes espacios.
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