Que levante la mano aquél que se pueda resistir ante un plato de croquetas caseras, especialmente si son hechas por las madres o las abuelas, a las parece que se les ha otorgado un don especial para prepararlas. Nadie, ¿verdad?
Si quieres tener tú también esa cualidad de hacer croquetas requetebuenas, te animamos a que sigas echando un vistazo a este post. Cuando termines de leerlo tendrás ese don especial. En concreto, el súperpoder de hacer croquetas de pollo, unas de las que más gustan y que más ocasiones tendrás de elaborar usando sobras de pollo asado, del pollo del cocido o del que sobra hacer caldo casero de pollo.
Para que, además, te saques el “máster en preparador de croquetas de pollo caseras”, te apuntamos 3 versiones o formas diferentes de hacer estas croquetas. Aunque parece que la receta es bastante estándar, se pueden dar tantos toques distintos a la bechamel, que puedes hacer croquetas de pollo diferentes cada vez.
En la primera receta la bechamel para hacer las croquetas lleva una base de aceite de oliva, mantequilla y cebolla picada y pochada con sal, pimienta, nuez moscada y un poco de bicarbonato sódico. Éste se usa para acelerar el proceso de pochado puesto que hace que las cebollas “suden” más rápido y se evapore antes el agua.
Una vez hecha esta base se agrega la harina de trigo y la leche templada con un poco de nata (crema de leche) para conseguir una bechamel de consistencia cremosa a la que se añadirá finalmente el pollo. No hagas las croquetas en el momento, sino que debes dejar reposar la masa, dejar que se enfríe bien y solidifique para poder dar forma sin problema a las croquetas. En el vídeo, se fríen finalmente en abundante aceite de girasol bien caliente tras pasarlas por huevo y pan rallado.
La siguiente receta de croquetas de pollo de nuestra particular Masterclass es del blog Alegría en la Cocina. Para hacer la bechamel en este caso, se pocha cebolla en aceite de oliva y se completa la bechamel con harina, leche, sal y nuez moscada. Se incorpora el pollo picado y, aquí está otro truco, huevo cocido picado, que deja un sabor muy rico en la bechamel. De igual forma que en el caso de la anterior receta, se deja enfriar bien la masa y se fríen las croquetas tras pasarlas por huevo y pan rallado. En el post donde está la receta más detallada, además, vas a encontrar trucos para congelarlas (¿se congelan antes o después de freírlas?) y para freírlas de modo que queden crujientes por fuera y muy muy jugosas por dentro.
La última receta de croquetas de pollo para darte el título de “maestro croquetero” la bechamel se prepara mezclando tan sólo aceite de oliva y harina en un primer momento. Luego, la consistencia típica de la bechamel se consigue añadiendo caldo de pollo (tan sólo se agrega un pequeño chorreón de leche al final), de manera que conseguiremos que las croquetas sepan más a esa carne. Por supuesto, no falta la sal ni el pollo picado. Dejamos reposar y en esta ocasión para freír las croquetas se pasan por harina primero, luego por el huevo y finalmente por pan rallado.
Aquí tienes 3 recetas de croquetas de pollo, cada una de las cuales tiene un toque distinto, personal, para que así, como te hemos asegurado al principio, te conviertes en una estrella haciendo croquetas.
Este post procede de facilisimo en donde encontrarás miles de recetas más.