La compleja, fragmentada y muchas veces contradictoria información sobre el ecosistema de la cadena de bloques y las criptomonedas en Venezuela, originan apreciaciones y afirmaciones que en muchos casos no se corresponde con lo que realmente pasa, una catastrófica situación política, origina extremos disimiles y totalmente diferente uno del otro, llevando a unos cuantos a realizar juicios equivocados que distorsionan y agregan más ruido a una complicada realidad. Blockchain y criptomonedas, reporte Venezuela pretende servir como una nota de donde estamos y sobre que estamos parados al día de hoy.
Contexto desde el poder efectivo.
En Venezuela existen y conviven actualmente dos centros de poder, quien usurpa hoy la presidencia del Estado, anunció en Diciembre del 2017 el Petro como punta de lanza y ‘arma secreta’ de la revolución bolivariana para, según ellos, romper el bloqueo económico imperialista, estabilizar la economía venezolana en un plazo estimado de seis meses a un año, anular el dólar paralelo, revaluar al “Bolívar”, afincar la soberanía monetaria y liderizar globalmente un sistema de criptoactivos único en el mundo.
Sin detenernos a revisar todo el desastre que ha ocurrido desde ese anuncio, algo que está en extremo claro de la situación venezolana, es el rotundo fracaso de la Petro estafa y toda su parafernalia con que se intentó adornar una nueva operación de saqueo de los bienes públicos. Aquí la realidad demuestra dramáticamente como los resultados de esta aventura solo ha hecho más rico a los privilegiados del régimen y muchísimo más pobres a las grandes mayorías.
Ahora, este grupo sigue teniendo el poder efectivo en Venezuela y ha continuado tejiendo sus redes para poder seguir saqueando. Ha establecido desde la inconstitucional asamblea nacional constituyente, desconocida como tal por una inmensa mayoría de países a nivel mundial, un marco de leyes, decretos y providencias, con las que coloca punitivos y ‘legales’ instrumentos en manos de una burocracia, que ha exacerbado la discrecionalidad hasta extremos donde simplemente cualquier persona, emprendimiento o negocio que no esté dentro de sus canales, quede a voluntad de sus ejecutivas y caprichosas actuaciones. Con leer el contenido de estas normas, podemos comprobar de manera expedita la intención de tener simplemente un respaldo para pechar e intentar controlar el ecosistema criptográfico. Lo burdo de estas leyes representan la mejor muestra de los reales intereses del régimen, ni siquiera guardaron las formas, parecen malas copias de algo que en el fondo no entienden. Anuncios como el más reciente de Sudeban y la superintendencia de criptoactivos solo sirven para continuar manipulando y engañando a quienes aún se dejen hacerlo, con aplicar conceptos básicos de la Blockchain se comprueba lo falso de la campaña de ‘masificación de criptomonedas’.
Este marco jurídico se adereza adicionalmente con un sistema judicial plagado de corrupción, de jueces temporales y tribunales casi en vacaciones permanentes. Asumir el trabajo de presentar un caso en esta Venezuela actual tiene implicaciones, que incluso, pueden colocar la vida de los demandantes de justicia en riesgo.
El otro poder.
Pocos conocen realmente esta situación de Venezuela, y los que saben de ella no tienen claro su alcance real, como no soy historiador no sé si esto se ha dado en algún otro país en otros tiempos, lo cierto es que aquí hay otro gobierno, que no controla el poder militar, ni el judicial, ni el ejecutivo, tampoco tiene otro ejercito u otros organismos armados paralelos, pero que es reconocido como legitimo por más de 50 países y que tiene mayoría absoluta en el poder legislativo, que también reconocen muchos más países como el verdadero órgano para elaborar leyes, ratificar acuerdos internacionales, realizar contraloría al resto de los poderes y aprobar el presupuesto de la nación entre otras funciones, adicionalmente de su seno nació un tribunal supremo legítimo que funciona desde el exilio. El alcance y consecuencias de lo anterior sobre las leyes, convenios internacionales, presupuestos y un largo etcétera solo se verá si toman definitivamente el poder efectivo, sin embargo, la cosa tampoco es tan sencilla ni este poder es tan inefectivo, de hecho hoy controla empresas como CITGO, resguarda recursos e intereses petroleros, forma parte de la OEA, tiene representantes reconocidos mundialmente y ha logrado frenar y congelar transferencias de oro, depósitos y otros valores de la nación.
Este poder legítimo, sin embargo, no tiene propuestas visibles sobre el ecosistema de la cadena de bloques y las criptomonedas, ni los que ocupan cargos importantes lo han manifestado, ni algún otro, bien sean diputados o funcionarios nombrados tienen posiciones más allá de opiniones personales, incluso con los que he conversado, algunos manifiestan reservas sobre el tema, de tal forma que es mucho el camino por andar de quienes potencialmente puedan estar al frente de un nuevo gobierno.
Cuando revisamos el núcleo central de las propuestas de gobierno condensadas en ‘El Plan País’, no existe ninguna mención o asomo de la cadena de bloques, se habla mucho de estabilización y de adecuarse a los tiempos modernos, pero evidentemente para los impulsores de este plan, la blockchain parece no tener que aportar. Esto aparte de cualquier tipo de consideración, ratifica lo que hemos mantenido en estas páginas, en Venezuela no hay un real conocimiento sobre el tema y si bien tenemos uno que otro favorable a las criptos, no existe profundidad, tan solo algunas menciones individuales de la Petro estafa, la especulación bitcoin y la minería.
La minería verde oliva.
La primera acción, mucho antes del Petro, que realmente tomaron quienes usurpan el poder en Venezuela, fue procurar tener control de la minería de criptomonedas, casi únicamente de bitcoin. Es bueno recordar que el anuncio oficial de ese diciembre del 2017 se realizó en una seudo feria tecnológica con un Maduro rodeado de máquinas para minar, de hecho las reuniones y presentaciones que destacados miembros del oficialismo, venían haciendo ese año a funcionarios y jóvenes del partido de gobierno eran precisamente sobre este tema. El registro nacional de mineros fue lo primordial para ellos, aquí está la piedra angular para entender porque siempre esto del Petro y todo lo demás, era simplemente humo para tapar lo que se buscaba en realidad: minar bitcoin y utilizar esos bitcoins para su propio beneficio.
La nomenclatura militar que realmente controla los hilos del poder en Venezuela, no tardo en ponerle la mano a este jugoso negocio, entusiasmados por lo frutos iniciales que les dio la expropiación de miles de equipos, no tardaron en dedicarse de lleno a importar máquinas para instalar sus respectivas granjas. Podemos sin lugar a dudas hablar de que en Venezuela tenemos la más pura y energética minería verde oliva, solo ellos sabrán exactamente cuántos equipos están actualmente minando bitcoin en el país, sin embargo, el dato más importante y que nos arroja algo de luz sobre el alcance que esto ha tomado, está en las negociaciones que se realizan por intermedio de LocalBitcoin. En esta plataforma estos ´mineros verdes’ cambian a devaluados bolívares, una pequeña parte de sus ganancias para sus gastos nacionales, estos montos por cierto seguirán aumentando en la medida que se mantengan en el poder y se extiendan las sanciones individuales a personeros del régimen y sus familias, quienes ante la imposibilidad de salir a disfrutar sus bitcoins, han optado por consumirlos aquí, de hecho es impresionante como ha surgido en plena crisis y debacle económica, locales llamados ´bodegones´ donde consigues exquisitos productos importados de todo tipo a precios simplemente inimaginables de pagar para la inmensa mayoría de los venezolanos.
¿Conocías sobre esto?, solo aquí, en reporte Venezuela, blockchain y criptomonedas lo podrás leer.
El sistema financiero y las empresas privadas tradicionales.
Como dato importante en Venezuela existe una poderosa banca en manos del Estado, dándose de hecho casi un monopolio estatal bancario, en sus plataformas e instalaciones se concentra aproximadamente el 73% de los activos nacionales, nunca antes había existido tal nivel aglutinamiento de las captaciones del público en un sistema financiero en manos de un gobierno y esto aplica también para eventualidad de un cambio de gobierno. La pasada intervención de Banesco no significo un intento de expropiación, cosa por lo demás no extraña, sin embargo la intención real era ‘copiar’ la tecnología de gestión de transacciones y tratar de evitar la implosión de sus propios sistemas, el tiempo dirá si lo lograron o no. Dicho esto creo que está más que claro que el peso del régimen en el sistema financiero es el que determina su rumbo, saquen ustedes el resto de las conclusiones.
Hace poco dos importantes organismos que aglutinan la mayoría de las voces y las fuerzas de lo que queda de iniciativa privada en Venezuela, dieron a conocer sendos y nutridos informes donde concentran sus propuestas para sacar a nuestro país de esta profunda crisis. Cedice, “institución promotora y defensora de la libertad individual, los derechos de propiedad y el libre mercado en Venezuela” presento sus “Propuestas para Venezuela”, y Fedecamaras, organismo que congrega la mayoría de las fuerzas productivas del país publicó su “Compromiso en Libertad”, en ningún lado mencionan la alternativa de la blockchain y de las criptomonedas como integrante de este conjunto de opciones económicas, políticas, sociales, fiscales y financieras para enrumbarnos hacia el desarrollo. Indistintamente de la pertinencia y calidad de las proposiciones empresariales, es ciertamente decepcionante comprobar como no se entiende lo que el ecosistema cripto puede darle a la construcción de una nueva Venezuela.
Conversando con algunos de ellos pude verificar que si bien no existe animadversión hacia la blockchain, se repite el inmenso desconocimiento sobre la misma, ni idea de lo que significa. La situación venezolana por supuesto que no ayuda en lo más mínimo, para el comerciante, industrial o agricultor que todavía lucha por mantenerse a flote, las prioridades colocan a la supervivencia por encima de todo lo demás, y teniendo como gobierno a un régimen, completamente enemigo de la iniciativa privada que no esté dentro de su influencia, sienten que no pueden darse el lujo de experimentar con algo demasiado confuso para la mayoría de ellos y se aferran a los resquicios que les permiten, incluyendo el intercambio de dólares, más o menos libre, impuesto por el régimen.
Como pauta de ubicación, de acuerdo a Fedecamaras quedan realmente activas unas 250 mil empresas en el país, calculan ellos que unas 370 mil han cerrado desde el año 1998, sin embargo, Consecomercio habla del cierre de más de 500 mil desde el 98 y Conindustria nos habla de que de las 12.700 industrias que habían en el país, a duras penas se mantienen unas 2.000. Lo cierto es que la destrucción del parque industrial y empresarial de Venezuela continúa a un ritmo brutal.
Emprendedores y Criptos.
A pesar de todo el desastre, aun luchan por unos espacios, emprendedores y proyectos criptos. Nada fácil en un país que ha visto como gigantes trasnacionales y grandes empresas nacionales con cientos de años de historia han cerrado sus puertas, es cierto que algunas se fueron hace tiempo, pero la gran mayoría lo intento, procuraron mantenerse abiertos y aunque al final se fueron, hicieron todo lo posible. Ese espíritu definitivamente es lo que mantiene a estos nuevos empresarios pujando por consolidar sus negocios.
Este sector aunque muy poco representativo en números de negocios, son los que impulsan con mayor fuerza el tema de las criptomonedas como medio de pago, tienen el concepto bastante claro de lo que puede hacer el ecosistema por su libertad económica y el desarrollo integral del país. El año pasado se vieron buenas iniciativas de plataformas internacionales que procuraban abrir un lugar en Venezuela, la publicación de las leyes y decretos freno en seco a la mayoría, solo quienes han realizado importantes inversiones intentan mantenerse a flote, nada fácil luchar con quien declara amor por los cuatro costados, pero realmente se dedica a sembrar odio y resentimientos hacia quienes tengan cualquier tipo de iniciativa privada.
Acotaciones finales.
De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, sostienen algunos cristianos, lo cierto que en Venezuela se vive un infierno y las buenas intenciones nunca han formado parte de quien detenta el control efectivo del poder en el país. Quizás algunos logren coronar con relativo éxito algún emprendimiento, incluso es posible que un proyecto cripto tenga relativa resonancia, el régimen soporta ciertas libertades mientras estas no pongan en riesgo su hegemonía y su esencia de poder, así que no se llame a engaño.
A pesar de que han permitido que más del 90% de las remesas que ingresan al país, sean liquidadas fuera de sus plataformas, esto no significa que estén de acuerdo ni que será así permanentemente. Por ahora se conforman con que estos significativos montos, entren al torrente monetario nacional en forma de bolívares y así de esa manera, darle movilidad y dinamismo a un sector comercial en crisis, además de generarle un ingreso importante a un 30% de venezolanos, que de otra forma no tendría manera de sobrevivir al desastre.
Cada quien es libre de asumir la realidad venezolana lo mejor le parezca, puede incluso obviar los escenarios de los que hemos hablado en este reporte Venezuela, pero les garantizo que al final los resultados serán los mismos por lo que han pasado otros anteriormente. La naturaleza y la esencia del régimen que manda en nuestro país, está totalmente divorciada de los elementos fundamentales de libertad y democracia, y al compararlo con los principios del ecosistema de la Blockchain y las criptomonedas simplemente son agua y aceite.
El problema de Venezuela, entiéndanlo de una vez por todas, no es ideológico, necesitaban una máscara y escogieron esa, que algunos les creyeran el cuento u otros mayoritariamente saquen provecho y se presten a la jugada es otra cosa, este es un régimen forajido que utiliza cualquier medio o mecanismo que lo mantenga en el poder a como dé lugar. Solo hay posibilidades de avanzar de verdad, en serio y con beneficios integrales para la mayoría de los venezolanos en un nuevo gobierno, de eso no les quede la menor duda.