Un año más abre sus puertas la edición número 43 de arco.
Nada nuevo, aunque sí se nota flúor más allá de las galerías que siempre presentan este ingrediente, es decir el flúor se extiende y sale de Latinoamérica. Junto a esa eclosión, me llama la atención el alto componente figurativo de la feria.
En cuanto a la sección y novedad de este año identificando el arte caribeño, no acabo de entenderlo muy bien, me quedo con la sección y las formas, pero aparte de excesivo calor no me aporta nada más. Me quedo con el ideario de los nunca visto en Latinoamérica de la que marco más adelante la representación gráfica de un autor de la galería Almeida & Dale.
Generalidades encontradas una gratificante presencia del material cerámico en azulejría, que me lleva llamando la atención desde hace tiempo, y diversas galerías como la de Olga Diego DE SET ESPAI D’ ART Valencia que utiliza esta técnica para mostrar una obra muy llamativa.
Casuísticas del destino mucha presencia identificando procesos de educación y/o comunicación plasmados en obras que determinan alusiones a pizarras escolares se aprecian en diversas galerías quizá por esta coincidencia histórica con la feria educativa en aula, que obviamente tuve que pasar y visitar la sección de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid que sin desmerecer a nadie me aporta muchísimo más contenido visual que ese Stand de venta de ropa y/o de perfume que podéis encontrar en la feria de arte contemporáneo internacional en Madrid, aspecto que me hace reflexionar en desobedecer, disculpen que me he equivocado, en fundamentar mi teoría que la problemática de las ferias no es la creación si no el sistema mercantil que huele a rancio.
Como apunte estructural comentar si estos textos llegan a algún oído organizacional, que esos accesos metálicos que están por los pasillos de los pabellones hacen bastante ruido y distorsiona la concentración y la contemplación de las obras que se visualizan.
La cerveza muy cara €5 el tercio de Alhambra, una vez finalizada la toma de la cerveza, he dado más vueltas que un electrón alrededor de un átomo para devolver el casco a su sitio original, pese a que constantemente veía contenedores de reciclaje de vidrio me surgieron dudas, ya que nadie me explicó a la hora del consumo, si ese continente era reciclable o retornable, con lo cual decidí devolverlo donde lo compré, comentando que se veían muchas copas de cristal en distintos dispositivos y apoyaderos de la feria con anónima o social identidad y que no eran de nadie.
Galería alemana Peres Projects: Estructural y pop. De lo mejor de la feria me inspira mucho compromiso pictórico esas obras que veis en la presentación de arquitectura cómica de un autor que no conseguí detallar, pero si me consta que es invidente.
Muy llamativo la representación figurativa y simbólico de la galería Almeida & Dale, Brasil en el 7C12, que muestra obra de Rubem Valentim.
Entre las ausencias más notables, quizá por problemas logísticos, quizá por problemas de gestión, eché en falta la galería Peter Kilchman Zúrich París, no conseguí visualizar el proyecto de ZIlla Leutenegger El sueño, 2024 ya que solo se pudo contemplar su texto explicativo de la obra, y días más tarde una intervención de una artista en ese vacue galería que abandonó su no presencia de la ausencia con una intervención. Acción, diseño y creación que merece una mención destacable.
Mención especial para Artslibris, tan presentes y cohesionado exceptuado esa exclusión a la digitalogía e impresiones tan demandadas como La Revista Occidente, así como la notable y afortunada presencia, aunque con ausencia de Arte informado.
Como dice la IA, resumiendo más de lo mismo, muy poca presencia de la ausencia y nos vemos en la edición 44, mejor dos sillas que una, así puedes apoyar en la otra tus cosas.