La humanidad se enfrenta ahora a una crisis global. Quizás la mayor crisis de nuestra generación. Las decisiones que la gente y los gobiernos tomen en las próximas semanas probablemente darán forma al mundo en los años venideros. No sólo darán forma a nuestros sistemas de salud, sino también a nuestra economía, política y cultura. Debemos actuar con rapidez y decisión. También debemos tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones. Al elegir entre las alternativas, deberíamos preguntarnos no sólo cómo superar la amenaza inmediata, sino también qué clase de mundo habitaremos una vez que pase la tormenta. Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá, la mayoría de nosotros todavía estaremos vivos, pero habitaremos un mundo diferente.
Según Edward Snowden, el COVID-19 podría proporcionar a los gobiernos nuevos poderes de recopilación de datos de forma invasiva y que podrían extenderse hasta mucho después de la pandemia. Resulta, por ello, de vital importancia devolver a los pacientes la propiedad de sus datos médicos, antes de que los gobiernos se apoderen de ellos.
La compañía estadounidense EHR Data está construyendo una base de datos de asistencia sanitaria global en la blockchain de Bitcoin SV, en asociación con nChain. El plan implica digitalizar los datos médicos, hacerlos accesibles a todos los proveedores de asistencia sanitaria relevantes y entregar a los pacientes la propiedad de sus datos sanitarios por primera vez en la historia. Los pacientes podrán autorizar qué proveedores de atención médica y centros de investigación pueden acceder o añadir datos a su historial médico electrónico en tiempo real, mientras al mismo tiempo son recompensados por ello.
Bitcoin para recuperar nuestros datos médicos
La empresa, con sede en Texas, es subsidiaria de la Coalición Nacional de Salud (NHC) y trabajará con nChain para migrar los 41 años de experiencia de NHC en el campo de la salud a la cadena de bloques de Bitcoin SV (BSV). El principal problema al que nos enfrentamos al gestionar una pandemia es la falta de interoperabilidad en los registros médicos, con la mayoría de los datos encerrados en silos pertenecientes a grandes empresas. Los médicos terminan prescribiendo medicamentos sin considerar previamente el historial médico del paciente. El nuevo sistema, conocido como el registro electrónico global de salud (G-EHR), supondrá un gran avance para gestionar de manera más eficiente nuestros datos, reuniendo los datos en un solo registro y permitiendo la interoperabilidad global. Los pacientes tendrán la capacidad de dictar quién puede acceder a sus datos médicos, pudiendo recibir recompensas por su lealtad o cobrar incentivos por vivir de forma saludable.
EHR Data podría haber creado una base de datos privada para consolidar los registros médicos, pero entonces no dispondría de las características, como confianza e inmutabilidad, que ofrece una blockchain pública como BSV. El G-EHR garantizará la protección de la privacidad del paciente, mediante el uso de claves privadas y de encriptación. De esta manera, el perfil personal se verá ofuscado incluso cuando se compartan datos sensibles con otras partes.
Bitcoin SV recupera el protocolo original de Bitcoin y constituye, hoy por hoy, la única cadena de bloques que escala de manera ilimitada, permitiendo registrar en su cadena todo tipo de datos y propiciando una nueva dimensión de Internet. Si pensabas que esta tecnología consistía únicamente en dinero, quizás convendría estudiarla de nuevo.
Salvaguardar la privacidad del paciente es una preocupación primordial. Pero la preocupación por la privacidad no ha sido necesariamente la motivación principal de los administradores de la atención sanitaria que han luchado contra las normas que facilitarían a los pacientes la posesión y el intercambio de sus datos. Lo que ha sucedido aquí es que los poseedores de datos de la industria de la salud han acaparado datos que no les pertenecen y, en el proceso, han construido silos que dificultan la prestación de una atención de calidad en tiempos normales, y más aún en respuesta a una emergencia nacional. Eso tiene que parar.
Hay un viejo dicho que dice que cada crisis tiene una oportunidad. Estamos en una crisis. También nos enfrentamos a la oportunidad de adoptar un modelo centrado en el paciente para la propiedad de los datos. Los proveedores de servicios de salud deben adoptar enérgicamente las nuevas normas que rigen los datos de los pacientes, pero en el futuro también deben desafiar la mentalidad de almacenamiento de datos que ha dominado la medicina en la era digital.